¿Por qué tu nivel de energía cae durante el día?

Seguramente habrás notado que tu energía suele bajar a la misma hora del día. Es un fenómeno habitual, pero que rara vez se explica con claridad. Hoy veremos por qué ocurre esto y, sobre todo, cómo comprender mejor lo que sucede en tu cuerpo.

 

El papel del ritmo biológico en tu disminución de energía

Tanto si eres madrugador como si eres noctámbulo, tu organismo sigue un ritmo interno muy preciso: el ritmo circadiano. Este ciclo de 24 horas determina tu estado de alerta, tu motivación, tu apetito e incluso tu estado de ánimo. Es el responsable de que tengas un pico de energía por la mañana y luego una caída, a menudo brusca, por la tarde.

Esta caída suele producirse entre las 13:00 y las 16:00 horas. Todos la notamos, pero no con la misma intensidad. El cerebro ahorra energía, la digestión requiere muchos recursos y el reloj interno envía una señal de descanso.

Algunas personas sienten este descenso con mayor intensidad porque su ritmo circadiano está desajustado, porque duermen mal o porque sus hábitos no favorecen esta fase natural. 

Si te identificas con esto, tal vez sea el momento de probar nuestro polvo energizante para obtener un impulso instantáneo. 

 

Tus hábitos matutinos determinan tu energía por la noche.

Es tentador creer que nuestro cansancio de la tarde se debe a lo que ocurre por la tarde. Pero, en realidad, gran parte de nuestro nivel de energía por la noche se decide por la mañana.

El primer factor es, evidentemente , el sueño. No solo la duración (todos sabemos que dormir 4 horas no es lo ideal), sino sobre todo la calidad. Incluso con 7 u 8 horas de descanso, un sueño interrumpido o poco profundo puede dejarte agotado. Si te despiertas con la sensación de no haber dormido realmente, es porque tu cuerpo no ha tenido tiempo de recuperarse como debería.

Luego está el desayuno. Una comida muy azucarada, ingerida rápidamente, provoca un pico de glucosa seguido de una caída brusca. Esta caída crea la famosa sensación de cansancio, confusión mental y, a veces, incluso irritabilidad. Todos hemos vivido ese momento en el que la energía nos abandona de repente después de un desayuno demasiado rápido.

Tres elementos matutinos también desempeñan un papel esencial, aunque a menudo se subestiman:

• La luz natural, que regula la hormona del estado de alerta, el cortisol.
• La hidratación, ya que una deshidratación leve reducirá tu claridad mental.
• El movimiento, aunque sea breve, que activa el metabolismo.

Lo vemos por nuestra parte, los días en los que empezamos temprano con luz, un vaso de agua y algunos movimientos, el día transcurre de forma completamente diferente. Y luego, los días en los que nos cuesta más, no dudamos en tomar nuestras gominolas energéticas para obtener un impulso estable y duradero. Las apreciamos aún más en invierno, ya que también ayudan a estimular el sistema inmunológico.

 

Estrés, carga mental e hiperestimulación

Vivimos en un entorno en el que todo va rápido, todo es urgente y las exigencias nunca cesan. Este estrés continuo tiene un efecto directo sobre tu energía. Cuando estás estresado, tu cuerpo quema recursos como si tuviera que responder a una amenaza. Moviliza glucosa, magnesio y neurotransmisores, lo que agota rápidamente tus reservas de energía.

La carga mental también juega un papel muy importante. Pensar en todo, todo el tiempo, sin parar, agota tanto como un esfuerzo físico. El cerebro consume una cantidad impresionante de energía. Por eso a veces te sientes «agotado» aunque hayas estado sentado todo el día.

Y luego está la hiperestimulación: las notificaciones, las pantallas, los ruidos, las tareas en paralelo. La multitarea consume tu energía más rápido de lo que imaginas.

Este cansancio cognitivo puede ser tan intenso como el cansancio físico. Todos lo experimentamos, y es normal que tu energía disminuya a lo largo del día cuando el cerebro no consigue descansar. Por eso, hemos creado el spray nasal energizante. Provoca un aumento de energía duradero y favorece las funciones cognitivas. 

 

La influencia de tu alimentación a lo largo del día

Tu energía depende directamente de lo que comes, pero sobre todo de cómo reacciona tu cuerpo a las variaciones de azúcar. Los picos glucémicos son los peores enemigos de una energía estable. Cuando consumes una comida muy rica en carbohidratos rápidos o muy procesados, tu nivel de azúcar en sangre sube y luego baja. Y cuando baja, tú caes con él.

Es esta caída la que provoca una disminución de la energía, falta de concentración, ansia de azúcar e irritabilidad.

La disminución de minerales esenciales también influye. El magnesio, por ejemplo, participa en más de 300 reacciones energéticas del organismo. El hierro transporta el oxígeno. La vitamina B12 favorece la producción de energía celular. Una ligera carencia puede bastar para que tu rendimiento disminuya a lo largo del día.

Por último, el ritmo de tus comidas influye mucho en tu energía. Saltarte una comida o comer demasiado tarde puede desequilibrar por completo el funcionamiento natural de tu metabolismo.

 

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